APROVECHA LA CUARENTENA PARA MEJORAR TU AUTOCONOCIMIENTO

Llevamos 9 días de confinamiento en nuestros domicilios y por lo que veo en mi entorno, en las redes sociales y en los propios medios de comunicación, empiezan a pesar. El hecho de poder recordar qué estábamos haciendo hace una semana, aumenta el desánimo, es curioso como nuestra manera de entender el tiempo nos lleva a hacer este tipo de comparaciones.

Mi intención sigue siendo la de arrancar conclusiones y aprendizajes positivas de esta situación, de esta vivencia tan inesperada. Y creo que una de ellas puede ser aprovechar para conocerse mejor a uno mismo. Ayer leía en twitter a una persona que se preguntaba en voz alta ¿soy el único que no se está aprendiendo nada mi mismo en esta cuarentena?  Fueron muchos los que le contestaron que estaban en la misma situación.

De repente me puse en la situación de que una vez haya pasado todo esto (que pasará) y hayamos recuperado la más absoluta normalidad, me pueda encontrar en que han pasado “x semanas” en mi vida y que no he sacado nada positivo de ellas. La verdad es que la sensación fue incluso peor que la que puedo estar sintiendo ahora mismo.

Por eso me he sentado a reflexionar un poco en voz alta delante del ordenador. Creo que si de todo esto acabara sacando un mayor autoconocimiento, podría darme por satisfecho. Así que me dispongo a reflexionar sobre algunas preguntas (y sus posibles respuestas) que seguro me ayudarán a sacar buenas conclusiones. Te animo a que reflexiones conmigo, al fin y a cabo si algo tenemos ahora es tiempo.

¿PARA QUÉ ESTOY HACIENDO ESTE CONFINAMIENTO?

En esta pregunta se me ocurren diferentes respuestas, diferentes razones.

Para no contagiarme: no quiero enfermar, me asusta realmente la situación que están sufriendo muchas personas en los hospitales desbordados. Pensar en pasar unos días así, y mucho más si son mis últimos días, me horroriza. De verdad. Lo hago para protegerme del dolor.

Para no contagiar a mi entorno: si el hecho de yo pasarlo mal me asusta, pensar en qué le puede suceder a mis hijos, pareja u otro familiar que convive conmigo porque yo lo he traído de fuera me hace sentir peor aún. Por eso me siento responsable de los míos y esa es la principal razón que me hace seguir en casa, cada día. Lo hago para mostrar el amor hacia mis seres más cercanos.

Para que no saltarme la prohibición: estamos en estado de alarma, y está prohibido salir de casa. Así de sencillo. Si salgo de casa puede que me paren y multen, o peor aún, puede que me detengan. No quiero pasar por ello, no quiero saltarme la ley y que eso me traiga consecuencias tan negativas. Concluyo entonces que lo hago para respetar con lo que me han mandado.

Para ayudar en la lucha contra la pandemia: aguantando en casa, evitando salir de casa, ayudo a que mundialmente esta situación pase, ayudo a que bajen el número de contagios y ayudo a que todo vuelva a la normalidad cuanto antes. Sin duda lo para salvar el mundo.

¿Con cuál identificas más?

¿QUÉ ES LO QUE MÁS ESTOY ECHANDO DE MENOS EN ESTA CUARENTENA?

Poder salir libremente de mi casa: la sensación de no poder decidir, la sensación de tener mi espacio tan reducido es lo que más me está costando. Sin duda, el sentirme privado de libertad es lo que más me está afectando a nivel mental. Daría lo que fuera por un paseo de una hora en la calle.

Hacer vida social: echo de menos a mis amigos, echo de menos ir al cine, salir por la noche, tomarme algo en un bar o restaurante. Echo de menos quedar con personas, relacionarme, hacer planes, ir al campo, hacer turismo, salir a hacer deporte. Lo que más me falta es eso, el movimiento, el ocio en la agenda.

Estar con la familia con la que no convivo: padres, hermanos, mi pareja, primos, sobrinos,… ¿A quién estoy echando más de menos? ¿Quiénes son las personas que más me faltan? ¿A quiénes iré primero a abrazar en cuanto todo esto pase? ¿En qué medida les estoy (o no) echando de menos? Sin duda, reconozco que la familia es una base importante en mi vida.

Estar solo: el hecho de tener que estar acompañado todo el día, tantos días me vence. Necesito mi espacio, mi tiempo, sentarme conmigo mismo, escucharme. Y ahora mismo no puedo, no encuentro el espacio en el que evadirme como suelo hacer habitualmente.

Una vez más, observando qué es lo que más te falta lograrás entender mejor qué es lo que más valoras en tu vida.

¿QUÉ SUELO COMPARTIR EN LAS REDES SOCIALES?

Información que me llega que puede servir a otros: lo que busco es dar la mayor difusión de las noticias que me llegan para tener a mis contactos lo más informados posible, de las actividades de ocio on line que están saliendo por tantos sitios. Además, procuro informarme mucho para saber cómo evoluciona todo y conocer de primera mano la situación real que se está viviendo. Creo que de este modo ayudo a los demás.

Difundo buen humor: me centro en mandar el mejor estado de ánimo que puedo entre mis contactos, por ello procuro pasar sólo los memes, vídeos, audios de chistes que me llegan. El estado de ánimo también es contagioso, y de esta manera puedo ayudar a sobre llevarlo todo mucho mejor.

Conciencia de lo grave que es la situación: creo que es necesario mentalizar a todo el mundo de que nos jugamos mucho, que hay un montón de vidas en peligro y haciendo visibles audios, fotos, vídeos en los que se nos muestra la cruda realidad, contribuyo a generar ese estado de responsabilidad.

Nada: creo que estamos tan atestados de información ahora mismo que lo último que se necesita es que yo contribuya con el flujo de “basura en las redes”. Por eso he decidido no dar traslado a todo lo que me llega.

Con esta pregunta podrás saber cómo te sientes más cómodo en tu relación con los demás, qué esperas de ellos y sobre todo qué sientes que debes aportarles en sus vidas. ¿Cuál es tu caso?

¿A QUÉ ESTOY DEDICANDO EL TIEMPO QUE TENGO AHORA?

A trabajar desde casa: mi distribución horaria no ha cambiado mucho, si acaso porque me evito el desplazamiento al trabajo, pero trabajar de lunes a viernes me ocupa la mayor parte del día. Quizá incluso algo más, ahora que tengo que estar disponible más horas para llamadas, correos y demás. Siento que mi agenda no ha cambiado aunque haya cambiado mi lugar de trabajo.

A aprender, a formarme: tengo la oportunidad, y quien sabe si en breve la necesidad, de mejorar mis conocimientos para mantenerme en el mundo laboral, bien donde estoy ahora trabajando, bien porque dada la situación en que va a quedar mi empresa quizá tenga que buscar un nuevo empleo. Mi esfuerzo está centrado en lograr la superación personal 

A estar con los míos: ahora que estamos en casa, sin obligaciones externas y constantes, sin poder hacer planes con otras personas, me estoy dedicando a jugar con mis hijos, a compartir actividades y tiempo con ellos, a estar con mi pareja más tranquilamente, a saborear su compañía como normalmente no podemos hacer. Al acabar el día me siento realmente agradecido por aquello que he compartido con todos ellos.

A mi ocio en casa: tenía muchas ganas de ver series, de leer, de hacer deporte, de ver películas, de escribir, de pintar, de hacer bricolaje. Y por fin tengo el tiempo que necesito para hacerlo y sentirme bien con ello. Al finalizar el día miro todo lo que he hecho y me siento genial.

En este caso, como te dije en la anterior entrada de mi blog (“5 formas eficientes de afrontar la situación con el coronavirus“) dedicada a esta extraña vivencia provocada por el coronavirus, el mayor regalo que nos está haciendo esta cuarentena es el tiempo para nosotros. Por ello observando qué hago, y qué creo que debería hacer y no hago, me daré cuenta de cuáles son mis prioridades en la vida.

Bueno, hasta aquí cuatro de las muchas preguntas que te pueden ayudar a autoconocerte mejor y entender cómo eres. Como ves las respuestas son muchas, variadas, y en muchas ocasiones te verás identificado con más de una posible respuesta. Seguro que también hay otras que añadirías. El hecho es que cada una de ellas encierra un rasgo diferente de tu personalidad, desde el optimista hasta el alarmista. Desde el familiar hasta el creativo.

No he querido poner etiquetas porque creo que no sería justo. Lo que para mí puede ser responsabilidad, para ti puede ser alarmismo. Lo que para mí puede ser optimismo para mí ti puede ser irrealismo. Esta parte de la dejo a ti.

¡Mucho ánimo allí donde te encuentre!

Deja un comentario